EL REMEDIO A LA VIOLENCIA


Sábado 12 de Mayo, 

Lectura: 2 Reyes 6: 15-23  NVI
15 Por la mañana, cuando el criado del hombre de Dios se levantó para salir, vio que un ejército con caballos y carros de combate rodeaba la ciudad.—¡Ay, mi señor! —exclamó el criado—. ¿Qué vamos a hacer? 16 —No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos. 17 Entonces Eliseo oró: «SEÑOR, ábrele a Guiezi los ojos para que vea». El SEÑOR así lo hizo, y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo. 18 Como ya los sirios se acercaban a él, Eliseo volvió a orar: «SEÑOR, castiga a esta gente con ceguera». Y él hizo lo que le pidió Eliseo. 19 Luego Eliseo les dijo: «Esta no es la ciudad adonde iban; han tomado un camino equivocado. Síganme, que yo los llevaré adonde está el hombre que buscan». Pero los llevó a Samaria. 20 Después de entrar en la ciudad, Eliseo dijo: «SEÑOR, ábreles los ojos, para que vean». El SEÑOR así lo hizo, y ellos se dieron cuenta de que estaban dentro de Samaria. 21 Cuando el rey de Israel los vio, le preguntó a Eliseo:—¿Los mato, mi señor? ¿Los mato? 22 —No, no los mates —contestó Eliseo—. ¿Acaso los has capturado con tu espada y tu arco, para que los mates? Mejor sírveles comida y agua para que coman y beban, y que luego vuelvan a su rey. 23 Así que el rey de Israel les dio un tremendo banquete. Cuando terminaron de comer, los despidió, y ellos regresaron a su rey. Y las bandas de sirios no volvieron a invadir el territorio israelita.

VERDAD CENTRAL: El mal se vence con el bien. 

INTRODUCCIÓN
En el tiempo del profeta Eliseo hubo varias guerras entre Siria e Israel, pero ocurría que Eliseo revelaba al rey de Israel los lugares donde los sirios planeaban atacarlo y, de esa manera, siempre se escapaban. Esto molestó mucho al rey de Siria quien se dio cuenta de que mientras Eliseo viviera no podría tener una victoria militar. Fue entonces que decidió encargarse del profeta y envió un contingente muy fuerte de su ejército para atraparlo. Era una buena parte del ejército sirio en contra de un solo hombre.     


CUERPO

1- Abriendo los ojos a lo que nos da la fe. 

El criado de Eliseo se levantó temprano y se lleno de miedo al darse cuenta de que estaban rodeados por el ejército sirio. Corrió hacia Eliseo y le contó asustado lo que ocurría. Pero Eliseo le respondió tranquilo: " Los que están con nosotros son más que ellos" (v. 16). Parecía que las matemáticas de Eliseo no estaban bien, pues, ellos solamente eran dos contra todo el ejército sirio. No obstante, el profeta oró para que los ojos de la fe fueran abiertos a su criado y entonces "el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo" (v. 17). Al tener una relación correcta con Dios, podemos confiar que él nos rodea como un muro protector. De esa manera no estaremos solos sino que gozaremos de su protección.

2- Cerrando los ojos al uso de la fuerza.
Las tropas siria estaban allí porque  querían hacer suso de la fuerza en contra de Eliseo. Pero eso solamente era el primer paso, pues, lo que continuaba una vez hubieran atrapado al profeta sería una guerra total contra de Israel. Eliseo oró de nuevo pidiendo al Señor que cegara a los sirios, lo cual ocurrió al instante (v. 18). La palabra que se traduce "ceguera" no se refiere a una imposibilidad total para ver sino a un estado de confusión y desubicación. Eliseo aprovechó esa condición para dirigir a los sirios hacia Samaria, la capital del reino donde se verían atrapados en las manos de los israelitas (v. 19).

3- Abriendo los ojos al amor y la paz. 
Una vez rodeados por el ejército israelita Eliseo volvió a orar para que el Señor devolviera la vista a los sirios (v. 20). Cuando los sirios recuperaron la orientación ya era tarde, estaban en manos de los israelitas. El rey de Israel preguntó a Eliseo si los mataba (v. 21), pero Eliseo le dijo que no. Y añadió: "Mejor sírveles comida y agua para que coman y beban, y que luego vuelvan a su rey" (v. 22) Así que el rey obedeció y les sirvieron un gran banquete. Estaban dando de comer a sus enemigos, estaban bendiciendo a quienes querían destruirlos, estaban venciéndoles con el amor. El resultado fue que " las bandas de sirios no volvieron a invadir el territorio israelita" (v. 23).  




APLICACIÓN

La acción misericordiosa que Eliseo tuvo con los sirios puso fin a la guerra que venía. Aun cuando el mundo cree que la violencia se vence con más violencia, la palabra de Dios nos enseña que el mal se vence con el bien. Los actos de amor son más poderosos que el uso de la fuerza y es la mejor forma de convertir al enemigo. Eso es posible cuando se reconoce a Jesús como salvador. Al ser perdonados por el Señor, podemos perdonar a los demás.



Guía para células de Misión Cristiana Elim

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